turismo: las peores playas del mundo.

las peores playas del mundo.

Siempre podemos adivinar donde encontrar las mejores playas en lugares de referencia. El sol, las aguas transparentes o un hotel con piscina suelen forman el conjunto vacacional perfecto. Sin embargo, muchos desconocen precisamente dónde se encuentran esas playas del mundo que debes evitar por diversos motivos. Hoy te daremos una lista de esos lugares para vacacionar que no deberías visitar por distintos motivos.

aguas transparentes o un hotel con piscina suelen forman el conjunto vacacional perfecto. Sin embargo, muchos desconocen precisamente dónde se encuentran esas playas del mundo que debes evitar por diversos motivos. Hoy te daremos una lista de esos lugares para vacacionar que no deberías visitar por distintos motivos.

Calangute Beach, Goa

Goa, el estado más paradisíaco de la península india puede crear tanto amor como odio en los turistas, especialmente en esta playa situada en la costa norte. Alguna que otra zona naturista, exóticos bares de playa, selva y mar fusionados o un ambiente que nos transporta al movimiento flower power de los 60.

Sin embargo, el libre albedrío de esta tierra supone que las vacas vaguen tranquilamente por la playa (¿adorable o poco higiénico?), los vendedores (especialmente niños) los acecharán cada diez minutos, las aguas no son especialmente limpias y si no te gusta el género trance para ir de fiesta, definitivamente esta no es tu playa. Paraíso hippie pero no para todos los gustos. Bagator situada algo más al norte, es más recomendable.

Repulse Bay, Hong Kong

El barrio más caro de la ciudad isleña posee, irónicamente, considerada la peor playa de Hong Kong, Repulse Bay (apodada por los locales Repulsive). En esta playa urbana construída a principios del siglo XX a partir de un puerto pirata, las algas de agrupan rodeadas por un color rojo procedente de la contaminación causada por la construcción urbana, alcanzando tal contenido de bacterias que ni las autoridades se han molestado en comprobarlo. Obviamente cabe destacar el no comer pescado procedente de estas aguas. Si queréis lujo, buenas playas y trópico, mejor dejaros caer por Macao.

Playa Paraíso, Tenerife

En la Costa Adeje, al suroeste de Tenerife, en las Islas Canarias, hay un conjunto de playas conocidas como Paraíso. Un nombre poco acertado si tenemos en cuenta que las playas son diminutas, fueron construídas entre bahías urbanas y les falta arena volcánica, la más típica de este archipiélago.

La peor playa para relajarse debido a la proximidad del casco urbano y autopistas, la extrema masificación de hoteles y sus aguas de color cuestionable. En cambio es un lugar recomendable para los amantes del snorkeling, alguna cualidad debía tener.

Maho Beach, San Martín

Una de las playas de Saint Martin, isla de las Antillas Holandesas, reúne los requisitos para ser una playa recomendable salvo por el aeropuerto situado justo tras la línea de playa. Estar tomando el sol puede convertirnos en víctima de la peor tormenta de arena, las aguas calmas puedes rugir como un tsunami y el sonido relajante del bar se convierte en un ruído ensordecedor.

Si no nos salpico algo de aceite podremos considerarnos afortunados. El aterrizaje y despegue en avión desde San Martín tampoco es el más suave debido a la desorganizada construcción de las pistas de aterrizaje.

Volusia County, Florida

Y nos referimos a un condado porque directamente es el que más playas peligrosas posee de todos los Estados Unidos. La condición de estado sureño y masificado convierten a Florida en un epicentro de demasiados turistas, por lo que no es difícil que alguno acabe siendo mordido por un tiburón, en su mayoría sin daños demasiado graves. Y es que, tanto New Smyrna Beach como Ponce de Leon, ambas en el condado de Volusia, ostentan el record de mayor número de ataques de tiburón, 28 en un año concretamente.

Las peores playas se caracterizan por un espacio reducido, una creciente contaminación, tiburones, entre otras cosas. De modo que tengamos en cuenta las playas más conocidas o genuinas y rechacemos la idea de que todas las playas del mundo tienen encanto.